El desayuno es la comida más importante del día, sin embargo la mayoría de las personas no son conscientes de los enormes beneficios que trae consigo un desayuno completo y equilibrado:
- Activa el metabolismo. Después de tantas horas sin ingerir alimentos, el organismo necesita energía rápida para poner en marcha el metabolismo, siempre y cuando el desayuno no se componga de una cuota adecuada de hidratos, proteínas y grasas.
- Previene alteraciones en el organismo tales como hipoglucemias e hipotensión.
- Reduce el riesgo de enfermedades cardiacas. Distintos estudios afirman que desayunar se relaciona con un menor riesgo de enfermedades del corazón. En cambio, saltarse la primera comida del día se relaciona con hipertensión y mayor cantidad de azúcar en sangre.
- Mejora el rendimiento intelectual. El cerebro consume la mayor parte de la energía que ingerimos, así pues si no desayunamos y nos exponemos a tantas horas de ayuno, perderemos concentración y otras habilidades mentales.
- Ayuda a comer mejor durante el resto del día. Los estudios demuestran que aquellos que realizan un desayuno completo se decantan, a lo largo del día, por alternativas más saludables.
- Ayuda a perder y mantener el peso. Sí, desayunar adelgaza si la ingesta de alimentos durante el día se planifica y distribuye de manera óptima. Está comprobado que si la ingesta de alimentos se concentra durante la mañana se consigue mantener incluso perder peso. Justo lo contrario si acostumbramos a ingerir más alimentos durante la cena.
- Reduce la ansiedad por comer y picar entre horas, y permite llegar al almuerzo con menos hambre.
- Mejora el estado de ánimo y el carácter en general, ya que éste también depende de la energía y los nutrientes con que cuenta el organismo.
- Ayuda a fumar menos: la European Journal of Clinical Investigation publicó un estudio que sugiere que la ausencia del desayuno se asocia, a una mayor tendencia a fumar tabaco, y beber alcohol.
- Es un buen momento para compartir en familia, tomarse un pequeño tiempo para nosotros antes de afrontar el trabajo diario.
¿Cómo debe ser un desayuno equilibrado?
Deben estar presentes los lácteos, frutas y cereales, especialmente si son cereales integrales. En el desayuno se deben ingerir una cuarta parte de la calorías que necesitamos cada día.
Como sabemos, los cereales proporcionan hidratos de carbono que aportan energía para nuestro cuerpo, vitaminas y minerales, y fibra; los lácteos contienen proteínas de calidad, vitaminas Ay D y del grupo B (principalmente riboflavina o B2) y calcio; y las frutas aportan igualmente hidratos de carbono y agua, así como fibra, vitaminas y minerales.